Canijo,
ven canijo
Acuérdate. Tú,
que suspiras y hablas amor con voces roncas
Tú, tú qué dices entender y amar
por igual
Acuérdate de las flores
Ven, ven canijo
¿Alguna vez te has tumbado en el prado?
Tal vez si
¿Alguna vez, te paraste a apreciar
y no a descansar?
Tal vez
¿Alguna vez te acordaste de las
flores entre tus suspiros, vista en el cielo?
Tal vez no
¿Dónde está el amor,
si no entre nuestras penas?
¿Dónde está la vida,
si no en nuevos atardeceres?
¿Dónde estás tú, si
no es mano a la esperanza?
Y en tu espera atardecen nuevas
penas
Ven aquí, lazarillo del orgullo
Acércate sin miedo
Que nada es absurdo, si es
pasado el margen
De las pasiones
Un suave llamado de atención a degustar los detalles.
ResponderEliminarOtro abrazo